Envases reutilizables

La conciencia por llevar un estilo de vida sostenible se ha expandido a lo largo del mundo. Ahora son muchas las personas que buscan modificar sus hábitos para apoyar la conservación del medio ambiente. Cada persona lo vive de una manera diferente adoptando prácticas que les resultan más convenientes, fáciles y afines con sus valores. Una de esas prácticas es el movimiento Zero Waste

En español el movimiento se traduce en Cero Residuos. Pronto se ha convertido en una filosofía de vida de quienes buscan disminuir al máximo la cantidad de basura que producen. Al mismo tiempo, desean conseguir un ahorro en sus gastos mensuales. Este movimiento puede ser un enorme aporte ecológico, ya que la cantidad de basura que produce una sola persona al año puede alcanzar varios cientos de kilos. 

¿Cómo surge el Zero Waste?

Podríamos decir que los orígenes de esta práctica son muy antiguos. Desde siempre y en distintas culturas y sociedades, ha existido, la noción de la reutilización de los desechos. Muchas familias heredan algunos consejos para reutilizar las sobras de comida y preparar nuevos platos. Evitando así el despilfarro de comida. También reutilizar el papel, el cartón y tantos otros materiales que suelen ir directos al cesto de la basura. 

Como movimiento al que comenzó a asignársele un nombre y objetivo, podemos ubicarlo entre la década de los 90 y principios del año 2000. Durante esos años en Estados Unidos, municipios y organizaciones iniciaron proyectos de eliminación de residuos. 

Sin embargo, fue San Francisco la primera ciudad que adoptó medidas como el reciclaje de plástico y la creación de compost con residuos orgánicos. Medidas que se mantienen vigentes hoy en día y que hacen de la ciudad un referente para otras localidades. Muchos de sus habitantes han avanzado mucho en materia de reciclaje llegando a reutilizar la mayor parte de sus desechos. 

En la actualidad San Francisco ha disminuido en un 80% la cantidad de basura en vertederos e incineradoras. Asimismo, la municipalidad espera llegar a una cantidad de cero residuos en los próximos años. 

Hoy, la conciencia de reducir o eliminar los residuos está calando en más personas. Todo unido a la tendencia de un estilo de vida orgánico y saludable. Por ello, este movimiento se ha ido expandiendo, y podemos verlo cada vez más presente en diferentes partes del mundo. 

Lo necesario para implementar la filosofía Zero Waste 

  • Ser plenamente consciente de las decisiones de consumo que se toman cada día. Esto incluye las cosas materiales y el gasto energético. 
  • Observa tu basura, solo conociendo en detalle lo que desechas podrás ponerle freno.
  • Analizar y repensar qué tan positiva es tu forma de consumir, en tu círculo familiar y en el trabajo. 
  • A la hora de ir al súper, llevar pensado el menú semanal, para evitar que productos frescos acaben en la basura.
  • Considerar la reutilización de los residuos como un tema fundamental de la educación medioambiental que debe enseñarse en los hogares y escuelas.
  • Modificar la manera de comprar. Prescindir de envoltorios, plástico, bolsas y preferir aquellos productos que se ofrecen en empaques biodegradables o a los que se les pueda dar un segundo uso. 
  • Disminuir el consumo de carne, pues esta industria es una de las que más desechos y contaminantes genera. Preferir la carne de corral que genera menos residuos. 
  • Preferir las verduras y frutas locales y de temporada. Los alimentos cercanos requieren menos consumo energético y generan menos basura por el traslado. Los alimentos cosechados en las cercanías generan menos residuos. 
  • Reducir al mínimo la compra de plástico prefiriendo opciones de materiales como vidrio, acero inoxidable, bambú. 
  • Hacer la compra con bolsas de tela. 
  • Hacer compost con los desechos orgánicos para abonar plantas y cultivos. 
  • Evitar comprar cosas que no van a generar una utilidad y no acumular objetos. 
  • Practicar el DIY. 

El Movimiento Zero Waste en la industria alimentaria 

El Zero Waste ha llegado para quedarse e irá en aumento. Los consumidores están prestando mucha más atención a la calidad de los alimentos y las ventajas que les proveen determinados productos en cuanto a su salud y presupuesto. 

Comprar a granel

Por ello, una de la manifestación de la conciencia de cero residuos en la industria alimentaria es el auge de los productos a granel. Ahora muchas personas buscan en los supermercados granos, cereales, semillas y verduras libres de envoltorios y empaques, en especial, sin plástico. La demanda es tal que existen tiendas especializadas en productos al granel donde se pueden conseguir alimentos, productos de aseo personal y limpieza.

Numerosas familias optan por tener envases de vidrio donde puedan almacenar sus compras y reducir así la cantidad de envoltorios innecesarios. La compra de alimentos sin envolver también representa una forma de ahorro para el cliente quien llevará menos desechos a casa. También verá cómo su presupuesto puede alcanzar para más cosas. 

La transformación en el envoltorio

Sin embargo, la compras a granel no son lo único. El movimiento Cero Residuos también está llevando a las marcas a plantear una nueva estrategia en el empaque de los productos. Sin duda, todo un reto para las empresas que tradicionalmente han empleado el packaging para exponer los beneficios de sus artículos. Esto supondrá que deberán innovar para tratar de diferenciarse del resto de opciones disponibles en el anaquel. 

Muchas marcas ya han dado un paso adelante al ofrecer empaques reutilizables y de materiales biodegradables.  Muchos negocios ofrecen la recarga del producto para aquellas personas que solo utilicen un mismo envase en varias ocasiones. 

Este panorama supone un reto para las empresas de alimentación. Estas deben adaptarse y enfocar sus esfuerzos de comunicación en factores como la calidad, el sabor, los valores nutricionales o la preparación. El futuro tiende a simplificar y reducir al mínimo los envoltorios, por lo que habrá que afinar mucho los esfuerzos de marketing. 

Al final del día el gran ganador será el consumidor que podrá llevar a casa alimentos más saludables y convenientes. Mientras las empresas buscan crear relaciones con los clientes, basadas no en la imagen y la publicidad, sino en la confianza, seguridad y bienestar.

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